viernes, 26 de diciembre de 2008




Uno de mis pretendientes solía escribirme mails con cuentos y poesias que aun guardo a pesar de haberse disipado el amor. Este es un fragmento de el correo más lindo que me mando:



Mi mamá siempre me ha contado detalles de su infancia. Uno de mis favoritos es la manera en que ocupaban sus ratos de ocio. Hacían labores de costura. Generalmente zurcían calcetines o confeccionaban manteles, pero cuando no había mucho trabajo, hacían muñecas rellenas con miel. Eran sus compañeras inseparables. Si los astros les deparaban un mal día, si un hombre malo las hacía llorar, si el chocolate se acababa, si se raspaban las rodillas; bastaba con besar sus muñecas. Sus labios sabían a cielo. Eran un caramelo vestido de niña que les escamoteaba el dolor.

Siempre tuve la impresión de que eras una extemporánea. Sentía que pertenecías a un mundo otro, más allá del tiempo. Quizá sea que sufro el delirio de Gepeto. La verdad es que siempre vi en ti a una muñeca triste y dulce. Una fugada de los recuerdos de mi madre. Siempre supe que tus venas se tejían en miel. Siempre supe que tus labios sabían a cielo.

Luis Oscar Martinez Peña, Octubre 2008.






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Foto: Yuriann M.
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6 Retroalimentaron:

Anónimo 26 de diciembre de 2008, 19:18  

yaaaaaaaaaaa lo estoy llamando para avisarle...


...q eso ya lo habia leido antes jejeje


muy lindo blog :)
como siempre con tu estilo, chamaka

Yurian 26 de diciembre de 2008, 21:11  

^^
MILI!

Anónimo 26 de diciembre de 2008, 21:28  

jajaja yo si le puedo decir muajaja
naa
es un imbecil

Neich 27 de diciembre de 2008, 2:12  

Puedo presumir que yo reté a yuya a tomar la foto que ilustra este post!!! =)

Yurian 27 de diciembre de 2008, 15:08  

^-^

Ángel Ruiz 14 de enero de 2009, 22:27  

Me gustaría poder escribir algo así para alguien.