sábado, 10 de octubre de 2009

Fragmentos de verosimilitud o mis cuadros depresivos

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Alguien tendría que decirme que las cosas se van a poner bien. Tal vez, si me lo dicen, tendría la obligación de creerles. Pero hay algo dentro de mí que grita fuerte y piensa en lo peor. Esa intuición que generalmente no me decepciona, y entonces se siente una pulsada en la mano.
Me dan ganas de tirarme en la cama por días pero sé que la monotonía del acto no me lo permitiría. También me gustaría seguir esperando pero se han muerto tantas de esas fibras que a veces quisiera mandar todo a la chingada, y sin embargo, a pesar de estar harta, no tengo otras opciónes: esperar a que las cosas se pongan bien o esperar a que no pase nada.
Alguien tendría que decirme… ¡Convencerme! ¡Manipularme!
Pero, por más que me digan aquí la que debería creer soy yo. Sin embargo ya no creo en nada. Ya no sé ni lo que quiero. De lo único que puedo estar segura es de que día a día tengo que levantarme, tomar un baño, comprar un café y unos cigarrillos, caminar a la facultad y saludar a todos, poner atención y entregar mis trabajos, regresar a casa, pedir algo de comer o en el mejor de los casos hacer mi propia comida, arreglar el desastre que hice en la madrugada, pagar la renta o huir de la casera, sentarme en la computadora un rato sin hacer nada más que bajar música , actualizar mi flog, ponerme ha hacer mis trabajos, conectarme un rato en el msn, desvelarme hasta terminar e irme a dormir.
Pensándolo así, talvez no estaría mal tomarme unas semanas y tirarme en la cama. En realidad sería algo parecido a lo que ya hago. Y mientras seguir esperando a que pase algo o a que no pase nada.
[Fragmentos de verosimilitud]
20/04/08



El año pasado esta era mi situación anímica. Debo de reconocer que en estos momentos me encuentro mejor que en ese entonces. Ya no son mis ansias suicidas. Ahora siento una desfragmentación surrealista y el fuerte presentimiento de mi locura.

No obstante, ahora sí, ya mandé todo a la chingada. Pienso que en parte es el miedo de volver a sentirme así, y mi tan reconocida capacidad de huir.Es cierto, necesito justificarme ante mí, es por eso que lo escribo como llanto público y exhibicionista. En fin... (Solía decir mi primera gran excusa de crisis)






Nota: Cuando hablo con alguién sobre esto siento mareo y vértigo. Como ahora.

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