El cambio desde el interior es el más difícil pero es el que más beneficia al universo

El rumbo diferente en este blog se debe a un propósito que debí haber establecido desde principios del calendario.

Han pasado ya seis meses, lo cual significa que llevo medio año lamentándome lastimera e inútilmente de mi persona y la sociedad, sin que esto lleve a ningún lado. Por lo cual he decidido imponerme una serie de metas, que tendrán tres o cuatro-cinco objetivos principales. Aún no los averiguo del todo bien, algunos de ellos están atorados en la garganta esperando dejar de ser intuiciones para manifestarse como palabras. Pero he aquí los que ya se destilaron:

• Entenderme. La tranquilidad ontológica supuestamente hará que pueda relacionarme mejor con el mundo exterior
• Resolver mi baja autoestima. Porque, como leí en una frasecita hace algunos días: I have a problem with low selfsteem which is really ridiculous when you consider how amazing I am :p
• Independizarme. Para aprender a estar sola sin que alguien tenga que cuidarme todo el tiempo.

En esté lugar iré haciendo pequeñas anotaciones de este viaje interior con tintes egocéntricos. A mi favor diré que lo hago y lo expongo al mundo internético primero porque, como me han dicho varias amistades, necesito empezar a preocuparme un poco más por lo que hay dentro de mi para comprender a los demás; y en segunda instancia lo hago en escaparate por mi caracterología histriónica y como ejercicio de escritura-fotografía pública.
Así que –Como dijeron los Ramones: Hey Ho Let’s Go! –

[I belive in miracles]